A su espalda dejaba cielos sin estrellar, miles de puertas que se cerraban mientras andaba titubeante por la vida. A su paso las rosas mas rojas decaían en oscuras, reflejantes del dolor y soledad que vivía. Su corazón pesaba de tanto dolor y su habitación condensaba historias y sueños contra los cristales, necesitados de huir, escapar.. ser libres y convertirse en reales.
Intentó levantar el vuelo pero el Sol le quemaba las alas, resistía el hecho de estar obligada a renunciar definitivamente a la felicidad, aún creía en la suerte, la esperanza..
Pasaron días, quizás meses.. y la chica de la esquina seguía recordando viejos silbidos de pájaros volando a su alrededor al son de su corazón que, poco a poco, relentía los latidos como el que pone el agua a fuego lento.. creía que si alargaba sus sueños quizás la suerte le saludara por alguna de aquellas..
SDLP
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